El sistema límbico está
compuesto por un conjunto de estructuras cerebrales que se consideran
muy primitivas en términos evolutivos, situándose en la parte superior
del tronco cerebral, por debajo de la corteza.
Dichas estructuras son las que están fundamentalmente implicadas en el desarrollo de muchas de nuestras
emociones
y motivaciones, en particular aquellas relacionadas con la
supervivencia como son el miedo, la ira y las emociones vinculadas con
el comportamiento sexual.
Por otro lado, también se dirige desde este sistema todo lo
relacionado con las sensaciones básicas de placer que se producen al
comer o cuando practicamos el sexo.
Dentro de toda la complejidad del sistema límbico, encontramos ciertas estructuras importantísimas involucradas con la memoria:
la amígdala y el hipocampo.
La primera es la responsable de determinar qué recuerdos se almacenan y
en que parte del cerebro lo harán, mientras que el hipocampo se
encargará de enviar estos recuerdos a la parte apropiada del hemisferio
cerebral que los almacenará a largo plazo, para que luego sean
recuperados cuando sean necesarios, por ejemplo, cuando hacemos un
examen.
LAS EMOCIONES
Tienes miles de pendientes, estás cansado pero justo en ese momento se
le ocurre a tu pareja llamarte para contarte algo que le pasó…no es el
mejor momento pero intentas poner atención, no decir nada que desate una
pelea innecesaria. Mientras haces todo es esfuerzao diferentes áreas de
tu cerebro se activan cuando decides suprimir una emoción, no tiene que
ver en inhibirla si no controlarla, y los científicos ya descubrieron
cuál es el mecanismo que te permite hacer eso y mantener una relación
estable no sólo con tu pareja, si no con el mundo.
La investigación de científicos del Instituto de Neurociencia Cognitiva
de la University College London y la Universidad de Gante se basó en
escáners cerebrales de participantes sanos y encontraron que el área
dorso-medial prefrontal del cerebro se activa al momento de elegir por
si mismo reprimir una emoción. Los investigadores habían vinculado
previamente esta área cerebral de decidir para inhibir el movimiento.
"Este resultado demuestra que el autocontrol emocional implica un
sistema cerebral muy diferente a simplemente decir cómo debo responder
emocionalmente", dijo el autor principal, el Dr. Simone Kuhn de la
Universidad de Gante a la agencia Eureka Alert!
En la mayoría de los estudios anteriores, los participantes fueron
instruidos para sentir o inhibir una respuesta emocional. Sin embargo,
en la vida cotidiana no hay un “Pepe Grillo” que nos diga que sentir o
inhibir, por lo que nosotros mismos controlamos nuestras emociones.
Autocontrol
En este nuevo estudio, los investigadores mostraron imágenes
desagradables o atemorizantes a 15 mujeres sanas. A las participantes se
les da la opción de sentir la emoción provocada por la imagen, o bien
de inhibir la emoción, distanciándose a través de un acto de
auto-control.
Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética
funcional (fMRI) para escanear los cerebros de las participantes. Los
investigadores compararon la actividad cerebral a otro experimento en el
que se instruyó, a sentirse o inhibir sus emociones, en lugar de elegir
por sí mismas.
Diferentes partes del cerebro se activaron en las dos situaciones. Cuando las participantes
deciden por sí mismas para inhibir las emociones negativas, los
científicos descubrieron la activación en el área prefrontal
dorso-medial del cerebro. Ellos habían vinculado previamente esta área cerebral de decidir para inhibir el movimiento.
En contraste, cuando fueron instruidas por el experimentador para inhibir la emoción, una segunda zona, más lateral se activó.
"Creemos que el control de las propias emociones y el control de la
conducta de uno implica mecanismos superpuestos. Debemos distinguir
entre el control voluntario e instruido de las emociones, de la misma
manera que podemos distinguir entre hacer nuestra propia opinión acerca
de lo que hacen, frente siguiendo las instrucciones."
La regulación de las emociones es parte de nuestra vida cotidiana, y es
importante para nuestra salud mental. Por ejemplo, muchas personas
tienen que vencer el miedo a hablar en público, mientras que algunos
profesionales como los trabajadores de la salud y los bomberos tienen
que mantener una distancia emocional de las escenas desagradables o
estresantes que se producen en sus puestos de trabajo.
El profesor Patrick Haggard (UCL Instituto de Neurociencia Cognitiva),
co-autor del estudio dijo que los mecanismos del cerebro identificados
en este estudio podría ser un objetivo potencial para las terapias.
La capacidad de gestionar las emociones propias de uno se ve afectado
en muchas condiciones de salud mental, por lo que la identificación de
este mecanismo abre interesantes posibilidades para la investigación
futura.
"La mayoría de los estudios de procesamiento de la emoción en el
cerebro simplemente asumen que la gente recibe pasivamente los estímulos
emocionales, y se sienten de forma automática la emoción
correspondiente. En contraste, el área que hemos identificado puede
contribuir a la capacidad de algunos individuos para elevarse por encima
de determinadas situaciones emocionales. Este tipo de mecanismo de auto-control
puede tener aspectos positivos, por ejemplo, hacer que la gente sea
menos vulnerable a las emociones excesivas. Pero la función alterada de
esta área del cerebro también podría dar lugar a dificultades para
responder adecuadamente a las situaciones emocionales."
EMOCIONES: https://www.youtube.com/watch?v=B9Qap4ESq2Y
https://www.youtube.com/watch?v=4pwO5g04HvI