11 hábitos cotidianos que dañan mi cerebro
1. No desayunar
El desayuno es la comida más importante del día, ya que influye
notablemente en nuestro rendimiento, resistencia y situación emocional.
Durante las primeras horas del día nuestro cerebro precisa nutrientes
para continuar “dirigiendo” los procesos fisiológicos luego del largo
ayuno al que ha sido sometido. Si no le suministramos lo que necesita
utilizará las reservas y tendrá que hacer un sobreesfuerzo para mantener
su correcto funcionamiento. La ausencia del desayuno puede ocasionar
decaimiento general, pérdida de la concentración y memoria, mal humor y
bajo rendimiento físico e intelectual. Desayuna de forma sustanciosa y
sana.
2. Fumar
El terrible hábito de fumar disminuye
considerablemente la masa encefálica así como el suministro de oxígeno
al cerebro y se ha comprobado que favorece la aparición de enfermedades
neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer. Por otra parte las
aminas heterocíclicas liberadas durante la combustión de un cigarrillo
interfieren en la correcta replicación del ADN dando lugar a mutaciones
que provocan la formación de células cancerosas.
3. Consumo elevado de azúcares
El predominio de azúcares refinados, harinas blancas, alimentos
fritos y embutidos en nuestra dieta mientras se carece de suficientes
cantidades de vegetales, frutas y fibra, favorece la acumulación de
sustancias nocivas en nuestro cuerpo, potencia el desarrollo de tumores,
entorpece el funcionamiento del sistema inmunológico, causa
malnutrición e interfiere con el desarrollo neurológicos.
4. Exposición constante a ambientes contaminados
El
cerebro precisa de un constante suministro de oxígeno, pero diversas
sustancias tóxicas pueden interferir con el intercambio de gases, el
transporte y el proceso de incorporación del oxígeno a las células,
dando lugar a una disminución de la eficiencia cerebral.
5. Dormir poco
Necesitas dormir 8 horas diarias para que tu cerebro descanse, se
realicen adecuadamente los procesos metabólicos con la consiguiente
obtención de energías, así como la renovación celular. Privarse del
sueño acelera la muerte de las células cerebrales a corto plazo y te
mantiene cansada y de mal humor todo el día.
6. Comer de más
Ingerir
alimentos que nuestro cuerpo no necesita provoca la acumulación de las
sustancias sobrantes en forma de grasas y el endurecimiento de las
arterias cerebrales lo cual interviene en su correcto desempeño.
7. Alcohol
El alcohol puede causar estragos en todos los órganos, principalmente
el sistema nervioso, el hígado y el corazón, interfiere en la en las
reacciones químicas que ocurren en el cerebro. Además el alcoholismo
provoca muerte de las neuronas y disminuye la velocidad de transmisión
de los impulsos nerviosos entre ellas.
8. Reacciones violentas o estrés prematuro
El
estrés provoca múltiples reacciones en nuestro sistema nervioso,
algunas de ellas causan una disminución en la capacidad mental, además
de aumentar el riesgo de sufrir derrames cerebrales e infartos
.
9. Cubrirse la cabeza mientras se duerme
Dormir con la cabeza cubierta aumenta la concentración de dióxido de
carbono y disminuye la de oxígeno, lo que puede ocasionar efectos
dañinos en el cerebro
.
10. Forzar al cerebro durante una enfermedad
Trabajar
mucho o estudiar fuertemente estando enfermo resulta dañino, dado que
la energía de tu cuerpo está desviada hacia la curación. Forzar al
cerebro durante esta etapa puede ocasionar una disminución de su
eficacia, además de debilitar aún más tu sistema inmunológico
facilitando la aparición de las más variadas enfermedades.
11. Falta de estímulos y ejercicios mentales
Nada
como pensar, tener conversaciones inteligentes, leer un libro o hacer
un crucigrama para estimular nuestros cerebros: aumenta la capacidad de
aprendizaje y la memoria, así como la velocidad de reacción ante
estimulos.
Un consejo final
Cuida tu cerebro adoptando un estilo de vida saludable:
- Come
adecuadamente incorporando deliciosas frutas y vegetales que
estimularán la actividad cerebral. También es recomendable la ingesta de
pescados ricos en omega 3, grasa que favorece la comunicación entre las
neuronas.
- Tomar tres o cuatro tazas de té o tacitas de
café al día mejorará tu memoria a corto y largo plazo y disminuirá el
riesgo de que sufras la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de
Parkinson.
- Realiza ejercicios físicos habitualmente.
- Evita las drogas, el tabaco y el alcohol.
- Duerme lo necesario.
- Llénate de pensamientos positivos.
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